A finales del mes de julio pude leer un artículo publicado en Europa Press que se titulaba de la siguiente manera: “Expertos avisan de que cavitación, mesoterapia o lipólisis no son eficaces y no eliminan la grasa corporal”. Ante esta noticia tan categórica, creo que es conveniente matizar y diferenciar entre efectividad, riesgo y diagnóstico.
Efectivamente no todas las técnicas sirven para todo. Ante todo hay que analizar el problema que se nos presenta, puede ser simplemente un “acúmulo graso”, puede haber cierto grado de flaccidez, pueden existir también estrías, puede existir piel de naranja, puede estar todo combinado o de forma individual. Por tanto hay muchos diagnósticos y por ende varias opciones terapéuticas.
Las técnicas lipoaspirativas se iniciaron por los años 70, y han sufrido muchas transformaciones tanto técnicas como tecnológicas. De ser un procedimiento con un índice de complicaciones relativamente alto (“canulazos”, hundimientos, infecciones, deformidades) se presenta actualmente como una técnica segura, y además con las mejoras de los últimos años mucho más liposelectiva.
Es cierto que la efectividad de los procedimientos liposelectivos es muy alta, y que si nuestro interés es “eliminar” una grasa localizada , la liposucción, o mejor dicho la lipoplastia aspirativa, es la técnica más idónea para mejorar la silueta corporal. Pero hay que considerar que es un procedimiento quirúrgico, aunque mínimamente invasivo, que algunos pacientes no desean pasar por él.
También hemos de considerar que hay aspectos que la liposucción no puede tratar como es el edema y retención hídrica, estrías, piel de naranja difusa y extensa, etc. Es ahí donde entran las técnicas no invasivas, que mediante las manos, ( Drenaje Linfático Manual), o mediante un masaje asistido por el vacío (vacumterapia), Radiofrecuencia (aumento térmico de la piel), Infrarrojos, sonoterapia y ultrasonidos, consiguen mejoras de la textura de la piel y muchas veces en la morfología corporal. Si bien es cierto que las mejoras son temporales, pero ello puede ser en muchos casos suficiente.
Otros procedimientos de la medicina también tienen su indicación en estas patologías cutáneas, como son la infiltración con CO2 (Carboxiterapia), mesoterapia, HIFU. Existen otros procedimientos como la gimnasia, terapia de la plataforma vibratoria, que mejoran el tono cutáneo y muscular, con repercusión beneficiosa sobre la celulitis.
Es por tanto algo atrevido simplificar el tema en técnicas efectivas o no efectivas. Es más real averiguar la naturaleza/s del problema y proponer una/s soluciones. Por ello el profesional debe ser sensible y honesto con las pretensiones del paciente, y advertirle de qué aspectos se mejorarán con la propuesta presentada.
A finales del mes de julio pude leer un artículo publicado en Europa Press que se titulaba de la siguiente manera: “Expertos avisan de que cavitación, mesoterapia o lipólisis no son eficaces y no eliminan la grasa corporal”. Ante esta noticia tan categórica, creo que es conveniente matizar y diferenciar entre efectividad, riesgo y diagnóstico.
Efectivamente no todas las técnicas sirven para todo. Ante todo hay que analizar el problema que se nos presenta, puede ser simplemente un “acúmulo graso”, puede haber cierto grado de flaccidez, pueden existir también estrías, puede existir piel de naranja, puede estar todo combinado o de forma individual. Por tanto hay muchos diagnósticos y por ende varias opciones terapéuticas.
Las técnicas lipoaspirativas se iniciaron por los años 70, y han sufrido muchas transformaciones tanto técnicas como tecnológicas. De ser un procedimiento con un índice de complicaciones relativamente alto (“canulazos”, hundimientos, infecciones, deformidades) se presenta actualmente como una técnica segura, y además con las mejoras de los últimos años mucho más liposelectiva.
Es cierto que la efectividad de los procedimientos liposelectivos es muy alta, y que si nuestro interés es “eliminar” una grasa localizada , la liposucción, o mejor dicho la lipoplastia aspirativa, es la técnica más idónea para mejorar la silueta corporal. Pero hay que considerar que es un procedimiento quirúrgico, aunque mínimamente invasivo, que algunos pacientes no desean pasar por él.
También hemos de considerar que hay aspectos que la liposucción no puede tratar como es el edema y retención hídrica, estrías, piel de naranja difusa y extensa, etc. Es ahí donde entran las técnicas no invasivas, que mediante las manos, ( Drenaje Linfático Manual), o mediante un masaje asistido por el vacío (vacumterapia), Radiofrecuencia (aumento térmico de la piel), Infrarrojos, sonoterapia y ultrasonidos, consiguen mejoras de la textura de la piel y muchas veces en la morfología corporal. Si bien es cierto que las mejoras son temporales, pero ello puede ser en muchos casos suficiente.
Otros procedimientos de la medicina también tienen su indicación en estas patologías cutáneas, como son la infiltración con CO2 (Carboxiterapia), mesoterapia, HIFU. Existen otros procedimientos como la gimnasia, terapia de la plataforma vibratoria, que mejoran el tono cutáneo y muscular, con repercusión beneficiosa sobre la celulitis.
Es por tanto algo atrevido simplificar el tema en técnicas efectivas o no efectivas. Es más real averiguar la naturaleza/s del problema y proponer una/s soluciones. Por ello el profesional debe ser sensible y honesto con las pretensiones del paciente, y advertirle de qué aspectos se mejorarán con la propuesta presentada.